Una de las cosas más bonitas de esta vida son los amigos, los de verdad. Con ellos se aprende a todo: se aprende a vivir la vida. Te enseñan cuando llorar y cuando no, te dicen lo que hacer cuando tú por ti mismo no sabes, te aconsejan cuando estás perdido, te empujan cuando te quedas parado, te dicen cualquier chorrada para que sonrías, te hacen reír y pasar ratos increíbles y, muchos de ellos, inesperado. Son los que crecen contigo y maduran contigo; los que te enseñan a besar. Y, lo más importante, que tú también puedes darles todo eso y compartir tu vida con los que quieres.
Solo hay un inconveniente: y...¿cuándo se van, qué pasa? La respuesta es simple, de verdad los valoras, pues, los echas de menos. A veces darías todo por estar todos juntos, otra vez, todos.
Hay personas que se merecen mencionarlas, la verdad, es que en mi vida, hayan estado más o menos tiempo, son realmente imprescindibles. Gracias.
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