Hazme un favor a mí y al mundo.

Los amigos pueden escogerse, dicen, yo no estoy del todo de acuerdo con eso, pero tampoco estamos obligados a tenerlos. Los primeros años aprendes cosas de ellos y sobre ti, aprendes a querer y a quererlos. A partir de un tercer, cuarto o quinto año con unas determinadas personas ya no aprendes, sabes y ya no quieres amas. Pero nada es para siempre y el amor se desgasta porque ya ha llegado a la cima y comienza a descender. Es jodido, seamos realistas, no nos vale los "se fuerte" o "no te preocupes, que a mí me tienes para todo". No puedo evitar sonreír al decir estas frases, porque yo también las he dicho, y sí, no siempre confiaba en que dichas personas fueran a ser fuertes o me iban a tener ahí para todo. Pero, ¿quién no ha mentido alguna vez? 
Yo, que a veces exagero un poco las cosas, no me gusta ver como la persona que "era mi hermana" ahora quiera querer a otra como yo por igual; soy caprichosa. Pero sigue sin gustarme. Yo también quiero "rehacer" esa situación, pero claro señores, como todo, no es fácil. Como tampoco lo es estar un domingo por la noche, exactamente las doce menos dos minutos, escribiendo esto, ¿o no?


- Porque siempre nos quedará ser ambiciosos, creo que de eso de alimenta nuestra mente.


Doce de diciembre, doce menos diez de la noche. No tengo sueño, aunque sí debería tenerlo.