Tantos recuerdos en un solo año, tantos que quizá algunos nos sobran, aunque hayamos aprendido con ellos. Tantas personas y tantos cambios. Yo me quedo con la manera de ver las cosas, con la vuelta de 180 grados que la vida nos presenta como un simple aperitivo. Puede que esa sutileza sea la que nos hace cambiar la perspectiva del mundo; con esto quiero decir que cada mes de diciembre, junto a esa sensación nostálgica tan típica, miramos el recorrido hecho durante el año y tenemos otra capacidad para enfrontarnos a este.
Son las canciones las que más ayudan a recordar cuando es difícil echar la vista atrás un año.
"Trenes: idas y venidas, despedidas y reconciliaciones"
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