Dicen que cuando se cierra una puerta se abre una ventana, pero, supongo, que no por mucho tiempo. Y este no depende de otra cosa más que de cada uno, aunque no siempre sabemos aprovechar las oportunidades, incluso, ni de verlas. Y es entonces cuando ni la ventana ni la puerta están abiertas y mirar hacia otro lado disimulando el resquicio de esperanza que nos queda es una opción. Pero si aún queda algo por empezar, ilusión por intentarlo... bet on it
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