May 19, 2011

Una pieza del puzle que ya es imposible de sustituír o de quitar porque no tendría sentido. El cachito que no todo el mundo tiene y que acaba de llenarnos. Los recuerdos que nos hacen sonreír. No está aquí ni es como si estuviera pero está, de alguna forma está.
Ya puestos, tengo que decir que nunca pensé que encontraría a una persona tan importante y que aún encima estuviera tan lejos y que eso hiciera las bienvenidas más añoradas. Eres muy especial, una de las suertes de mi vida. Una de las pocas personas que me importan realmente y por las que me dejaría la piel.
Siempre tengo la sensación de tenerte a mi lado, de que no me va a pasar nada porque estás detrás de mí. Es un poco difícil de explicar o de entender no sé.
Todos estos días, desde que volvimos a la rutina, me he acordado de ti unas noventa veces a la semana. De los buenos momentos, sólo de los buenos. Al menos dicen que con eso hay que quedarse. Soy pesada hasta decir basta, ya lo sé. Pero ojalá estuvieras aquí para poderte demostrar cada día lo importante que eres y darte una vez más las gracias por todo lo que haces por mí.
También he de decir que eres uno de los pocos que haces que me emocione cuando me pongo a pensar en todo, aunque no sea mucho, lo que vivimos. Y me siento la niña más feliz del mundo solo por haberte conocido.
Ahora mismo eres una parte de mí muy grande. Sabes que a mí me vas a tener siempre que me necesites para todo (hasta para que me frunjan). Gracias por darme ese rayito de luz que tanto me hace falta. Te echo de menos.

No comments:

Post a Comment