Tantas veces la mirada dice mucho más de lo que pueden las palabras. Promesas incumplidas, atragantarse con el orgullo. Admitir que somos algo más que polvo y energía. Una leve luz pero continuamente encendida. Sentir el comienzo, sentir el fin; sentir en lo que fallo y fallaré. Mil utopías a la hora de no hablar.
Otra vez es igual, el silencio reina. La luz de dos estrellas extinguidas.
No comments:
Post a Comment