Nunca pasa nada...

...y en realidad nunca pasó tanto como "ahora". No soy mucho de principios, sí de finales en los que la conclusión es, casi siempre, la misma. Intentanto sacar, quitar y exteriorizar aquello que parece importante para progresar, resulta que acaba derivando en conclusiones propias e individuales y además interpretativas, lo que las hace más inherente. Como si fuera nuestro cometido en la vida. Y, sin embargo, está también en nuestra mano decidir si queremos que así sea. 

El tema es el siguiente: sobran narradores omniscientes.

Se trata de saber elegir

Se trata de saber elegir, en su sentido más amplio; esto supone, como mínimo admitir (después) que se ha cometido un error, que se ha metido la pata. Puede que tomáramos la decisión de todas formas.

Como en “Big Fish”, “sólo los peces muertos nadan a favor de la corriente”, aunque a veces la propia fuerza de la corriente seamos nosotros mismos excusándonos en que quizá llegue un tiempo mejor, cuando, en realidad, el tiempo nada en nuestra contra.

Me niego a acatar la resignación como disculpa; no somos peces muertos.

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Días con expectativas vacías pero etapas con una fijación. Personas atrofiadas que no saben escuchar, ni si quiera cómo; escucharse a ellos mismos. Para hacer, puede, algo similar a lo que hubiéramos hecho, pero sin deudas de conciencia. Simples juicios de valores mediante los que sopesamos la rutina, aunque no cambiemos, al final, de opinión.


Caminar tropezando, sin entender muy bien cuál es el bache.

El tacto de cada pulsación, el correr de las teclas cada vez más a prisa. Una idea ramificada en mil conclusiones y un punto y final que no podía se otro cada vez. Ojalá volvieran a correr como lo hacían antes, cubriendo líneas y líneas; que sentimientos al final.

Y ya no está.

Como los corales y las algas

Al final somos un conjunto de decisiones, que no acertadas o desacertadas, sino que tienen un paralelismo con las relaciones simbióticas.
Estar aquí y no allí,  conocer a tal o cual persona, puertas cerradas o ventanas abiertas; la perspectiva de ver el vaso medio lleno o medio vacío. Y es que lo que importa en las relaciones de simbiosis es quién te hace cambiar la perspectiva.
El mutualismo da estabilidad, se trata de: "yo estoy bien porque tú estás bien". Sin embargo existen relaciones tóxicas e inconvenientes.

Everybody needs a song when nights are so long...

Siempre has sido un punto de partida, de reflexión y de inflexión. Tus apariciones son intermitentes y llenas de novedades aún sin decirme casi nada. Una fuente de inspiración entrañable, casi cotidiana.


"Todo el día todo el rato"